Este artículo sobre la Leptospirosis lo realizo debido
a la muerte inesperada de una de mis perras de 8 años, cuando
había sido vacunada contra la Leptospirosis "7"
meses antes. Los colegios de veterinarios no ven necesario realizar
la vacunación dos veces al año, esta recomendación
a mí me ha costado un compañero canino, y espero que
después de leer este artículo nadie pierda un Montaña,
por una estúpida enfermedad que con una simple vacuna a "tiempo"
se evita.
Ada de Binimeler
Foto Binimeler
La Leptospirosis canina es una enfermedad causada por un
tipo de bacteria llamada espiroqueta. Hay cuatro especies
que pueden infectar a los perros. Las bacterias se propagan en la
orina, a menudo comunicándose a los cursos de agua y permaneciendo
infectivas en el suelo hasta durante 6 meses. Las ratas, los cerdos,
el ganado vacuno, las mofetas y la zarigüeñas son, al
parecer, los principales reservorios de infección.
Las espiroquetas penetran en el organismo del perro a través
de una herida en la piel o cuando el perro bebe agua contaminada
por orina infectada. El riesgo aumenta en los animales que pasan
mucho tiempo en el agua. La mayoría de las infecciones son
leves y no muestran signos clínicos.
Espiroqueta
Los signos aparecen entre 4 y 12 días después de
la exposición. La fiebre está presente en la primera
etapa. Otros signos son: pérdida de apetito durante varios
días, vómitos, letargia, depresión, dolor muscular
y a veces, diarrea o presencia de sangre en la orina. La Leptospiras
afecta principalmente a los riñones y al hígado.
En casos graves, el blanco de los ojos del perro se vuelve amarillo(ictericia),
síntoma que indica hepatitis con destrucción de células
del hígado. Pueden seguir problemas de coagulación,
con hemorragia espontánea de la boca y la presencia de sangre
en las heces. Después de recuperarse, los perros no tratados
pueden volverse portadores y liberar bacterias en su orina durante
un año.
Aixa, Cregüeña y Ada de Binimeler
Foto Binimeler
Tratamiento: el diagnóstico puede sospecharse basándose
en los signos clínicos del perro. Las pruebas de las funciones
renal y hepáticas serán anormales. Pueden detectarse
espiroquetas en la orina y la sangre mediante pruebas de anticuerpos
inmunofluoroscentes. Se dispone de pruebas sanguíneas para
confirmar el diagnóstico.
Los perros gravemente enfermos deben ser hospitalizados por razones
de salud pública y para poderles ofrecer cuidados veterinarios
más intensivos. Resultan eficaces contra la enfermedad las
combinaciones de antibióticos que incluyen penicilina y estreptomicina.
Las medidas de sostén comprenden control del vómito
y de la diarrea, corrección de la deshidratación con
líquidos por vía intravenosa y mantenimiento de la
nutrición.
Las leptospiras causan una enfermedad en los humanos llamada enfermedad
o Síndrome de Weil. Las personas contraen la
enfermedad de la misma manera que los perros. Este síndrome
se considera una enfermedad ocupacional entre los ordeñadores
y las personas que trabajan con animales.
Esquema Leptospiras
La Bacterina (vacuna bacteriana) de leptospira protege contra
dos de las cuatro subespecies de bacterias que causan la leptospirosis.
La bacterina se incorpora en una vacuna pentavalente DHLPP (moquillo
-en inglés, distemper-, hepatitis, leptospirosis, parvovirus,
parainfluenza) que se administra a las 12 semanas de vida y de nuevo
a las 16 semanas de edad.
La Bacterina de leptospiras es responsable del 70 por ciento de
las reacciones de shock anafiláctico postvacunal tras administrar
la DHLPP. Además, la vacuna ahora disponible no protege contra
las dos especies responsables en la actualidad de la mayoría
de los casos. En consecuencia, muchos veterinarios consideran hoy
opcional la vacunación rutinaria. Todavía está
indicada en zonas donde el riesgo de la enfermedad es mayor que
el riesgo de la vacunación.
Se está desarrollando una vacuna que protegerá contra
las cuatro especies y debería estar disponible en el próximo
futuro. La inmunidad tras la vacunación dura de media entre
cuatro y seis meses, por lo tanto lo lógico sería
revacunar cada 6 meses, no obstante la propuesta Oficial de Calendario
de Vacunaciones después de los 16 meses es una vez cada
año???. Los motivos no aumentar los costes de vacunación
de los propietarios y la "baja" probabilidad de contraer
la enfermedad durante los meses que la vacuna no es del todo efectiva.
En nuestro caso el estado de nuestra perra era muy grave y la hidratación
y la toma de los medicamentos indicados para combatir la Leptospirosis,
no fue suficiente. Después de cuatros días de lenta
y suave agonía nuestra perra tuvo un fallo renal generalizado
y falleció. Después de su muerte, nuestra preocupación
era la posible "contaminación" a los otros Montañas,
teniendo en cuenta además la posible infectividad de 6 meses
de los restos de orina de la fallecida. Hicimos un análisis
a los 5 restantes Montañas y los resultados nos dejaron perplejos,
ninguno de ellos tenía la enfermedad, pero dos de ellos "no"
tenían anticuerpos de la vacuna (7 meses después de
vacunarlos), con lo cual eran susceptibles de adquirir la enfermedad.
Obviamente vacunamos a los 5 Montañas inmediatamente y decidimos
conjuntamente con nuestros veterinarios (ellos estaban tan preocupados
como nosotros, no tan sólo por nuestros perros, sino por
todos los de Ciutadella).: 1.Revacunar cada 6 meses, y 2
.Realizar análisis cada 6 meses, por si la vacuna no dura
ni los 6 meses, con lo cual tendríamos todos un grave problema.
Ada (Menorca)
Foto Binimeler
Las vacunas en general dan la impresión que pierden efectividad
a medida que se insiste en ellas, esto ya lo hemos comprobado con
la baja eficacia de la vacuna contra la Parvovirosis, que nos ha
obligado a realizar revacunaciones mensuales los 7 primeros meses
de vida de los cachorros. La conclusión de todo ello es que
estemos todos alerta, y en nuestro caso los resultados semestrales
de la posible eficacia de la vacuna contra la Leptospirosis
la iremos comunicando.
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